Las preciosas fotos de las portadas (debidas a Denis Rouvre) de la colección Vivaldi en el sello Naïve ya forman parte de la historia del disco. Como forma parte de la historia de la interpretación barroca la Accademia Bizantina, conjunto que fundó y dirige Ottavio Dantone y que estuvo recientemente de gira por España. Este vol. 56 de la edición Vivaldi nos ofrece un extenso primer disco con los Concerti per archi y un segundo de menor duración con 5 Concerti per viola d’amore, con un extraordinario Alessandro Tampieri como solista. Hablaba Dantone en el número de mayo, en un artículo titulado “Revolution”, en estos términos: “La costumbre de hacerse preguntas sobre el sentido y el significado de cada gesto expresivo, nos ha llevado paulatinamente a considerar los contenidos de la partitura”. Y es precisamente el gesto expresivo el que confiere a este Vivaldi una entidad mayor para unas músicas de entidad menor, como los simpáticos Conciertos para cuerda. Dantone y la AB construyen un Vivaldi pleno de detalles, con una sonoridad lujosa (enriquecida por una toma de sonido espectacular), como el Andante del RV 167, Adagio del RV 109 (un lujo sonoro en toda regla) o los recuerdos a las 4 Estaciones en el RV 165. El mar hace de apertura y cierre del RV 163 “Conca”, dando paso al disco de los Conciertos para viola, obras poco frecuentes que hacen su adquisición obligada para barrocos, vivaldianos y venecianos de pro.

Gonzalo Pérez Chamorro