Lo que parece ser que iba a constituir una integral de la música de nuestro mayor polifonista Tomás Luis de Victoria se ha quedado en esta espléndida colección de 10 discos que contienen unas noventa obras de la total producción del maestro. Aunque han ido apareciendo auspiciados por la Fundación Caja Madrid, ha sido Archiv Produktion la que se ha encargado de distribuir este trabajo a nivel europeo.

La fecha en que aparece no puede ser más oportuna, pues, como es bien sabido, se conmemora el 400º aniversario de la muerte de Victoria. Y también era necesaria estas entregas con la mirada distinta que ofrece Michael Noone y su Ensemble Plus Ultra, porque permiten una reevaluación de la obra de Victoria y la limpieza de algunos tópicos sobre el músico abulense. Hoy ya parece probado que Victoria estaba al tanto de las novedades técnicas y estilísticas que se produjeron desde 1580 en adelante y que desembocaron en el Barroco. Y se aprecia esto en un volumen como Missae, Magnificat, Motecta, Psalmi et alia quam plurima de 1600 donde aparecen catorce obras nuevas, la mayoría en escritura policoral (ocho voces hasta doce) y con la novedad de un libro aparte para el órgano.

Michael Noone opta por una visión más del primer barroco en su interpretación, no solo por la utilización de instrumentos doblando las voces, sino por su concepto de sonoridad del coro: dos cantantes por parte y una clara diferenciación tímbrica entre las partes, de manera que en lugar de buscar el empaste tímbrico del coro, una de las posibilidades de interpretar esta música, prefiere esa clara diferenciación tímbrica que permite seguir individualmente las partes y notar la belleza de cada voz. Además no le entran reparos a la hora de tener bajos con voz “carnosa”, eso sí, siempre con afinación impecable.

La selección de las obras se han guiado por cuatro criterios, en palabras de Noone: “a) compuestas durante el cuarto de siglo que vivió en Madrid (desde 1586 que vino de Roma), b) versiones (…) preservadas únicamente en manuscritos, c) versiones que no se habían grabado nunca anteriormente, y d) obras que cuentan con la participación del órgano, instrumentos de viento y canto llano alternatim.”

Que aquí se encuentren tres misas y seis magnificats preservados en un manuscrito de la catedral de Toledo en primera grabación, es otra de las virtudes de esta grabación. Y que el canto llano lo realice Juan Carlos Asensio con Schola Antiqua, un referente actual incluso a nivel internacional, no hace sino justificar la excelencia musicológica y sonora de estos diez discos.

JM