Stoyanova, Prudenskaya, Pirgu. Coro y Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara / Mariss Jansons.
Arthaus, 102205 (DVD)
JANSONS Y SU REQUIEM
Los magníficos conjuntos sinfónico-corales de la Radio Bávara se presentaron en la Musikverein de Viena durante el bicentenario de Verdi en 2013 para ofrecer la emblemática Misa de Requiem, piedra de toque donde las haya. En el podio Mariss Jansons, un maestro poco afín, en principio, a este repertorio, pero cuyo rigor y musicalidad logran que la interpretación alcance un nivel de conjunto verdaderamente notable (ver entrevista al director en este mismo número por Lorena Jiménez). Hecho que merece ser valorado en su justa medida tratándose de una obra tan esquiva como esta. Jansons nos sorprende con una dirección de esmeradísimo diseño, con un magnífico control de volúmenes y dinámica y una expresión dramática sincera y de línea cantable llena de nobleza. Otra cosa es que el letón carezca de ese último grado de idiomatismo verdiano necesario para plasmar el perfil más anguloso e incendiario, incluso de innegable rudeza, de la música del italiano. De este modo, en sus manos el Requiem muestra un perfil sonoro más redondeado, si bien de enorme belleza, gracias a una orquesta que luce particularmente bien empastada y con calidad en todos sus solistas (atención especial a la brillante prestación del oboe, el español Ramón Ortega) y un coro, sabiamente manejado por Michael Glaser, que roza la perfección, tan restallante en las voces agudas como profundo y timbrado en las más graves.
No acaban aquí los méritos de esta versión, beneficiada por un equilibrado cuarteto solista en el que destacan sobremanera las voces femeninas. No siempre tenemos la suerte de contar con dos señoras del calibre de Krassimira Stoyanova y Marina Prudenskaya. La Stoyanova, con 51 años en aquel momento, ofrece una verdadera lección de canto, con una técnica soberbia y una perfecta exposición dramática, siempre ajustada y musicalísima, pero con el aplomo que exige una parte tan exigente. La Prudenskaya luce también una voz muy hermosa y homogénea, y no necesita recurrir a excesos de impostación para lograr una caracterización impactante. La química entre estas artistas consumadas hace de sus dúos una verdadera gozada, belcanto de altísimos vuelos. Del lado masculino, un par de peldaños por debajo, tenemos a un más que correcto Saimir Pirgu, tenor de color muy lírico y de fraseo esmerado aunque algo limitado para una parte que pide algo más que una buena línea de canto; positiva también la intervención de Orlin Anastassov, aunque su materia prima acuse algunas carencias para abordar el amplio registro con garantías.
La espléndida calidad del sonido y la no menos brillante realización videográfica añaden lustre a la edición, disponible también en Blu-ray.
José Sánchez Rodríguez