En las notas de la carpetilla de este nuevo DVD de Accentus de, por cierto, presentación muy elegante y bellas fotografías de las funciones, el director Fabio Luisi desmonta la idea de que el Réquiem de Verdi es una ópera disfrazada; siempre existirá la discusión, pero lo que no podemos negar es el dramatismo que destila la composición. Por eso quizás la Ópera de Zúrich se lanzó a montar esta producción (un éxito de la temporada pasada) en la que el Ballett Zürich al completo se unió a los cuerpos musicales del teatro, con una coreografía de Christian Spuck; en ella, la abstracción es fundamental durante los dieciséis cuadros. El rol de cada solista del cuerpo de ballet está perfectamente asignado, y consiguen que el espectador no aparte los ojos de la escena de la primera a la última nota.

Por su parte, Fabio Luisi consigue llevar a la orquesta y al coro del coliseo suizo a unas cotas insólitas de perfección, a la que se suma un cuarteto solista de hegemonía claramente femenina, sin desmerecer a Meli y Zeppenfeld. Krassimira Stoyanova no es nueva en estas lides, y su afinidad con la obra es ya conocida; en su mejor momento, afinación, juego dinámico siempre adecuado y bellísimo timbre son sus mejores armas. A su lado, triunfa también una implicada Veronica Simeoni, de cálidos medios y elegancia en el fraseo.

Pedro Coco Jiménez