Antonio de Cabezón es uno de los músicos españoles más famosos del Renacimiento. Su ceguera desde niño y la constante dedicación a la corte de Felipe II le impidieron transcribir su obra, que finalmente recopiló y cifró su hijo en un solo volumen. Aprovechando la coyuntura, Hernando de Cabezón añadió un valor pedagógico a Obras de música para tecla, harpa y vihuela, ordenándolas según su dificultad, lo que ha permitido apreciar los estilos compositivos que se utilizaban entonces. Ultimi Miei Sospiri es el título de una de estas canciones que la instrumentista Laura Puerto ha utilizado para su personal compilación, en la que también incluye piezas de los músicos con mayor influencia en aquella corte del XVI: Josquin, Lassus… La fidelidad basada en la documentación es uno de los atractivos de este disco y se han elegido el clave, el órgano, el arpa ibérica de dos órdenes y la vihuela para mostrar los diferentes colores y sonoridades, tal y como se escuchaban entonces. Acompañada por las voces del grupo Los Afectos Diversos, Laura Puerto ha conseguido que el rigor y el encanto se unan en aras del arte y que el oyente disfrute sin caer en la desidia que en ocasiones puede provocar el desconocimiento de estos ritmos y armonías.

Esther Martín