Javier Negrín, piano.
Odradek, ODRCD325 (CD)
“Javier Negrín ha grabado Goyescas”, será el comentario general, ya que muchos pasarán por alto el maravilloso Mompou de las Variaciones Chopin que el pianista tinerfeño ha decidido incluir tras el colosal ciclo goyesco, influido porque ambos creadores tenían una referencia explícita sobre la que componer, Goya y Chopin. Estamos ante la interpretación más hermosa y creativa de la obra de Mompou, creativa por ese aire de habanera de la tierra canaria que imprime a la Évocation (X) o el aire jazzístico que otorga al Espressivo (XI), y hermosa por la sonoridad, la expresión o la modernidad tan visionaria (Recitativo, XIII).
En Goyescas sigue el mismo plan, serenidad y calma ante la avalancha, claridad de voces (se escucha todo, pero las gamas dinámicas están perfectamente plasmadas) y canto, mucho canto, ante todo estas Goyescas están tocadas por un cantante como algunas arias de Rossini podrían estar cantadas por un pianista. La emoción es enorme y controlada, no hay desborde emocional que empape, es música con naturalidad, sin notar el esfuerzo (estos Requiebros difícilmente se escucharán más naturales). Rítmicamente no tienen la energía de Alicia, pero su estilo es otro, por suerte, evitando a la titánida, que dejó tres registros del ciclo pictórico. La edición de Odradek, con dibujos de Granados sobre los Caprichos de Goya, una delicia.
Gonzalo Pérez Chamorro