HOMENAJE MERECIDO

Seguramente sea Emi la casa discográfica que mayor fondo de catálogo posea sobre el compositor hindú. Salvo error, creo que esta cajita contiene prácticamente la totalidad de lo que el propio Ravi Shankar grabó para la firma, acompañado de alguno de los más ilustres nombres de casa. Los registros van desde los primeros años de la década de los sesenta hasta casi los últimos compases del pasado siglo, y el sonido está en cualquier caso lo suficientemente conseguido como para captar sin problemas la diversidad de pequeños matices que presenta esta música. Se convierte así, esta publicación, en la recopilación más amplia que podamos encontrar de la música del compositor de modo accesible.

A lo largo de estos discos encontramos nombres acompañando al maestro hindú como los de Zubin Mehta, André Previn, Jean-Pierre Rampal o Yehudi Menuhin, entre otros. Los dos primeros CDs contienen dos Conciertos para sitar y orquesta, quizás las obras más conocidas, el Primero con André Previn, y el Segundo, que lleva por título Raga Mala, con Zubin Mehta. No se me ocurren versiones que puedan competir con estas, tanto una batuta como la otra captan a la perfección el sentido de cada obra, y en ambos casos llevan a la Sinfónica de Londres por los derroteros adecuados para soslayar los vericuetos de esta música.

A diferencia de otros compositores que han intentado trasladar el espíritu de la música india al occidental, Shankar no ha variado, o ha intentado hacerlo lo más mínimo, la teoría compositiva de la música de su país. A este respecto, la utilización de la tabla o el tambura, por ejemplo, como instrumentos esenciales no ha sido reemplazada por la de otros instrumentos de corte occidental. En este sentido la característica esencial de la música del compositor es la de hacer convivir lo hindú y lo occidental en su obra, de forma que ninguno de estos dos conceptos anule al otros, sino que se enriquezcan entre sí. A lo largo del gran fresco musical que nos ofrecen estos diez generosos CDs encontramos los elementos esenciales de la música india, como los srutis (los famosos cuartos de tono), los jatis (escalas de notas con su propia organización interna que puede considerarse como célula germen melódica), las ragas (o jatis de mayor elaboración, que suponen ya estructuras melódicas completas, susceptibles de ornamentación, incluyendo los gamakas), o la tala (la medida del tiempo, asociada al resto de los elementos). Todos ellos se encuentran conviviendo con la teoría musical occidental que todos conocemos, más cercana a nuestra percepción. Descender a detalles de una u otra obra sería tarea de un trabajo más extenso. Muy recomendable a estudiosos y curiosos.

Rafael-Juan Poveda Jabonero