UN TESORO RESCATADO

Nos encontramos con el sexto y último volumen de la grabación completa del Manuscrito Guerra realizada por Manuel Vilas, en esta ocasión, junto a la mezzosoprano Lidia Vinyes-Curtis. El arduo trabajo realizado por Manuel Vilas, tanto de investigación, como de interpretación y difusión de esta preciosa música ha llegado a su feliz final.

El Manuscrito Guerra es una colección de los mejores tonos humanos que circulaban en el Madrid dieciochesco, recopilada alrededor de 1680 por José Miguel de Guerra, copista de la Capilla Real de Madrid durante el reinado de Carlos II, y que fue descubierto en 1998 en la Biblioteca Xeral de Santiago de Compostela. Contiene algunas piezas de otras fuentes, pero muchas de sus cien tonadas se encuentran recogidas exclusivamente en este manuscrito, algo que RITMO ya recogió en su pasado número de marzo en una entrevista con el propio Manuel Vilas.

Los cinco volúmenes previos, grabados y publicados también en Naxos, deben ser conocidos por todo melómano interesado en nuestro patrimonio musical, ya que descubrirá decenas de piezas preciosas jamás antes interpretadas ni grabadas, a cargo de fabulosos solistas vocales, como Isabel Monar, Juan Sancho, Yetzabel Arias, Francisco Fernández-Rueda o José Antonio López, además de los soberbios intérpretes que acompañan a Manuel Vilas en su propio grupo, Ars Atlántica.

El presente volumen que cierra la colección corre a cargo de la mezzo catalana Lidia Vinyes-Curtis, poseedora de un bello timbre, y que con gran sensibilidad expresa de un modo natural los múltiples afectos contenidos en los poemas de autores tan célebres como Pedro Calderón de la Barca o Agustín de Salazar y Torres. Los textos se pueden encontrar online en la página web de la casa discográfica, aunque debido a la fantástica dicción de Vinyes-Curtis su consulta es completamente innecesaria.

Manuel Vilas, además de demostrar su cariño y una formidable labor como investigador de este repertorio, se muestra como un extraordinario intérprete del arpa ibérica, en este caso un arpa de dos órdenes, siendo el complemento perfecto de las preciosas melodías, realizando un inteligente bajo continuo que está en constante diálogo con la solista vocal, y que desgrana los mil y un afectos contenidos junto a su compañera de grabación. Debemos destacar la inclusión de todas las coplas de cada tono humano, algo que muchas veces se evita y se cortan estrofas, puesto que los intérpretes deben realizar un trabajo mucho más concienzudo. Aquí, esta labor se salda con una formidable diferenciación de cada copla, tanto en expresión como en dinámica.

En definitiva, un broche de oro a una colección indispensable en cualquier discoteca que se precie y que puede ser degustada con mucha facilidad y placer, dada la belleza de su música y textos, a lo que se suma una duración ideal de las obras para una escucha en breves o largas sesiones. 

Simón Andueza