Varios intérpretes: Alicia de Larrocha, Montserrat Caballé, Julian Bream, John Williams, Ataúlfo Argenta, etc.
Sony Classical 8985396972 (7 CDs)
GRANADOS ESENCIAL
El ciento cincuenta aniversario del nacimiento de Enrique Granados permite a la discográfica Sony Classical rebuscar en los baúles recibidos de otros sellos para recopilar, prácticamente al precio de dos discos, lo esencial de la obra pianística, parte de la obra para canto y piano y transcripciones para varios instrumentos. Un conjunto de presentación austera pero de gran calidad por la excelencia de las versiones que se ofrecen.
Hablar de Granados es hacerlo principalmente de piano, y si intentamos incorporar un tercer término, la sucesión desemboca inevitablemente en la figura de Alicia Larrocha, heredera en la dirección y escuela interpretativa de la Academia Granados/Frank Marshall y considerada la mejor traductora del pensamiento del autor leridano. El catalogo de Sony cuenta con la tercera de las grabaciones de Goyescas, realizada para RCA en 1990, en la que nuevamente vino a mostrar que la frescura, espontaneidad de su expresión y el tono improvisatorio que concede a las diferentes piezas, junto una indiscutible capacidad técnica, siguen siendo en este campo insuperables. La colección en cuatro cuadernos de las Danzas españolas con los Valses poéticos ocupan el segundo disco y, aunque de las primeras contemos con excelentes versiones, sea la de Gonzalo Soriano o la más actual de Rosa Torres-Pardo, Alicia continua manteniéndose como primera opción con esa mezcla de espíritu de cercanía popular y refinamiento aristocrático, bondades que se extienden a uno de los ciclos más bellos, Escenas románticas, y a los menos divulgados, Bocetos y Cuentos de juventud. Tres discos imprescindibles.
En lo vocal, la popularidad de Granados se fundamenta en los dos ciclos recogidos en el disco 4, Colección de canciones amatorias y Tonadillas escritas en estilo antiguo, que se presentan en un registro de 1964, en el que una joven Caballé, acompañada por Rafael Ferrer y Miguel Zanetti, deja una lectura donde el dolor y el desgarro de algunos números queda oculto bajo una excesiva elegancia. Quizás una sobredosis de belleza.
El protagonismo del disco 5 corresponde al guitarrista inglés Julian Bream, que asume prácticamente en solitario la interpretación de la totalidad de sus propias transcripciones. Grabadas en 1982 con una excelente toma de sonido, cuando el guitarrista se encontraba en su mejor momento como ejecutante, dejan testimonio de su juego limpio y brillante, así como de gran delicadeza expresiva y equilibrio con que se acerca a unos Valses poéticos a los que acompañan una temperamental Andaluza y elegante Villanesca. El volumen 6 recoge la lectura de la ópera Goyescas que en 1955 (sello Columbia, no en 1975 como se indica en el folleto) se hiciera por la Orquesta Nacional de España bajo la dirección de Ataúlfo Argenta. El otro registro discográfico existente de esta ópera es de 1996, con la orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección de un Antoni Ros Marbà, que miró con gran lirismo hacia el mundo impresionista. El maestro santanderino, en cambio, siguió un camino diferente, bastante más dramático, contando con las voces de la espléndida y temperamental Consuelo Rubio, la poderosa del barítono Manuel Ausensi, la hermosa de Ana María Iriarte y la del tenor Ginés Torrano, por lo que conserva su vitalidad y vigencia para hacerla imprescindible para cualquier amante de la música de Granados .
El punto de mayor importancia del disco 7 lo encontramos en la transcripción para arpa de los Valses poéticos debida a Xavier Maistre, antiguo solista de la Filarmónica de Viena, que él mismo aborda con distinción y sentimiento, conservando también cierto interés las lecturas de Quejas y de la Danza n. 5, ambas por Rubinstein, con sonido mejorado en presencia y calidad. También funciona bien la combinación Reiner/Chicago de un Intermedio de Goyescas que se beneficia del tratamiento y la precisión del director. El disco se completa con cinco versiones de la Danza n. 5 (Casals, Kreisler, Heifetz, Neijer y Orquesta de Filadelfia con Ormandy), validas como testimonios nostálgicos.
José Luis Arévalo