El universo sonoro de Benet Casablancas ha encontrado en The London Sinfonietta su mejor intérprete. La riqueza de la música del barcelonense necesita de traductores a su altura, que con soltura descifren y clarifiquen los pasajes musicales, que nos son precisamente fáciles. Quizá a Casablancas le pase lo que a un Webern, que hasta que su música ha sonado con naturalidad, algo a lo que estamos acostumbrados con el segundo, ha necesitado un proceso de entendimiento y asentamiento interpretativo importante; hoy día nadie acomete Webern sin un mínimo de respeto y con las horas que hagan falta para que suene como es debido. Esto no ocurre con los compositores de vanguardia, que “sufren” interpretaciones horribles, muchas veces desganadas por el hecho de la obligación y del encargo. El lujo de solistas como Michael Thompson (trompa) en …des grau Wald sich hunter ihm schüttelte (2011) o Mark van de Wiel (clarinete) en el Homage a Picasso (2010), junto a la constante y abrumadora presencia de un conjunto como la London Sinfonietta, que dirige, o más bien moldea Felix Krieger, hacen de este disco uno de los ejemplos más sobresalientes de la creación actual. Al fin la música encuentra su sitio con estas interpretaciones, que aclaran el inteligente americanismo del Homage o sitúan el Viennese Notebook como unas Notations catalanas.  

Gonzalo Pérez Chamorro