Bruno Monteiro prosigue viajando por las carreteras secundarias del repertorio de cámara para violín de entre siglos. Tras su Erwin Schulhoff, esta vez se detiene en la parada de Karol Szymanowski, el genial compositor polaco inclasificable, que virtualmente compartiría asiento con Janácek, Scriabin, Martinu o Enescu, entre otros, ya que este periodo favoreció el florecimiento de espíritus libres a contracorriente. En este registro se muestra toda su obra para violín y piano, que comprende pequeñas piezas como el aria de Roxana del Rey Roger (ópera fundamental del siglo XX), una danza extraída del ballet Harnasie o la Dance Sauvage, entre otras, con obras de mayor enjundia como son la temprana Sonata Op. 9 (de 1904), de resonancias franckianas, y, especialmente, los Mythes Op. 30 (de 1915), una de sus obras maestras, un tríptico “griego” en el que describe los mitos con una nueva técnica de escritura para el violín. La profunda lectura del violinista portugués, con su habitual pianista Joao Paulo Santos, explica y clarifica muy bien el pentatonismo, la armonía casi dodecafónica o los intervalos al estilo de Alois Hába. Ya había una estupenda integral de esta música por Ibragimova y Tiberghien (Hyperion), a la que se suma esta con iguales intenciones de consolidarse, por música, interpretación y la necesidad de conocer mejor al gran Szymanowski. 

Gonzalo Pérez Chamorro