ADDA-Simfònica / Josep Vicent.
Aria Classics ARIA014 (CD)
TODO UN EJERCICIO METAMUSICAL
Esta grabación, una de las más retadoras que se ha planteado Josep Vicent, fundador y director titular de la orquesta ADDA-Simfònica de Alicante, significa una muestra de la solidez artística y capacidad técnica de esta formación que, con sólo cinco años de existencia, se compromete con repertorios cada vez más exigentes como el que representa esta Sinfonía de Alexander Scriabin, la primera de las principales obras de este compositor que tiene una intención metamusical explícita, como se deduce de sus instrucciones interpretativas que van más allá de los caracteres de aire tradicionales como pueden ser allegro, andante o presto. Mysterieux, Tragique o Sublime aparecen de manera determinante en la partitura como una superación de los términos convencionales expresivos que requieren las turbulentas emociones que contiene esta composición. En este sentido, hay que tener en cuenta que para el compositor Le Divin Poème representa el crecimiento del espíritu humano a medida que se desvincula de leyendas y atávicos misterios, pasando por el panteísmo para, en última instancia, afirmar su libertad y unidad con el universo.
Con esta premisa, el maestro Josep Vicent, partiendo del siniestro inicio protagonizado por los metales, se adentra en el discurso de la obra reflejando cierta agitación en el amplio desarrollo del segundo movimiento, Luttes (Luchas), en el que los constantes cambios de tonalidad y la alternancia expresiva de distintos grados dinámicos permiten apreciar cómo la orquesta ADDA-Simfònica de Alicante se pliega a la lectura de su titular con una flexible cohesión, que aglutina la naturaleza episódica de este tiempo con un sentido de consistencia expresiva en todas sus secciones instrumentales en la rítmica parte final antes de la repetición de la introducción y su enigmática disolución, que anticipa la sensualidad con la que Josep Vicent se interna en el segundo tiempo, Voluptes, en el que se vuelve a apreciar la voluntad expresiva del maestro materializándose en un sonido sensorial estimulado en contraste por la misteriosa intervención del concertino, en su función de hilo conductor de la línea estética de este movimiento, antes de llegar al poderoso sonido del metal como desencadenante de la transición al último tiempo, Jeu divin, cuyo adjetivo termina quedando en el sobrenombre a esta sinfonía.
El tratamiento dado a la parte final de la obra supone encontrarse con todos los contrastes que puede ofrecer esta orquesta que sorprende muy positivamente por la madurez que destila. Los planos sonoros se entrecruzan con claridad y consistencia, como se refleja en el trabajo realizado por el ingeniero de sonido y productor Fernando Arias en este registro de Aria Classics, sabiendo sacar un gran partido a la buena ecualización de las excelentes condiciones acústicas que le brinda la sala sinfónica del Auditorio de la Diputación de Alicante.
José Antonio Cantón