Elisabeth Leonskaja, piano.
Easonus 29407 (2 CD)
Tras su memorable Schubert, donde tocó el cielo con ambas manos, esta gran dama del piano (con más vidas que un gato) que es Elisabeth Leonskaja, vuelve con un no menos antológico y fastuoso registro del romántico por excelencia. Dos CD, el primero dedicado a la forma compositiva de las Variaciones y el segundo con las dos primeras de sus embarazosas Sonatas, solventadas técnicamente como si aún fuese un dulce pájaro de juventud. La georgiana, que en noviembre cumple 75, está inmersa en una rejuvenecedora y fértil madurez artística, desbordante de sapiencia y oficio, con la complicidad de unos medios técnicos que han sorteado felizmente el tiempo.
Ejemplarmente grabado en la Sendesaal de Bremen, Leonskaja ofrece lecturas de amplio tratamiento orquestal, reflexivas y otoñales, con un espeso aliento lírico y un bellísimo cantabile. De dilatada respiración, mimando la melodía y los contrastes armónicos, regala interpretaciones íntimas y profundas. Sin la seriedad, virtuosismo y rigor de un Arrau, pero resueltas con arrojo y bravura, que dejan fragancias de otros tiempos (inevitable no pensar en Richter).
Destacar unos soberbios Estudios Sinfónicos (los póstumos son interpretados en un bloque independiente) o las melancólicas Variaciones de los Fantasmas, la pieza que escribía cuando se arrojó al Rin, con las que jamás estuvo más cerca de su amigo Brahms.
Javier Extremera