En la formación musical de cualquier aficionado forma parte esencial los conciertos en directo. Para mi desgracia, nunca tuve la oportunidad de ver en directo al gran Fischer-Dieskau, si bien he devorado largo y tendido todo lo que grabó, incluidas integrales Schubert, Brahms y óperas varias. Lo más parecido a presenciar un recital en directo es el DVD con la que es una cumbre de toda la  historia del arte occidental, que nos llega en esta grabación realizada en Berlín en 1979. Ambos, el acompañante, un artista de una sensibilidad y formación intelectual inigualable, Alfred Brendel, junto con el barítono berlinés, realizan la mejor versión de Winterreise que imaginar se pueda.

El acento justo, el fraseo preciso, el gesto y la mirada que acompaña, reforzando y aclarando el significado de cada palabra, la media voz, el tiempo exacto con las pequeñas inflexiones de rubato que nos abren nuevos caminos emocionales, todo está contenido en este portentoso regalo. De cómo se puedo alcanzar semejante cumbre emocional y excesiva, da cuenta el bonus de 56’, que se ve a los artistas ensayando, demorándose a veces en un único compás hasta conseguir el efecto deseado, o discutiendo sobre el tiempo preciso de las canciones. Luego resulta todo de una naturalidad aplastante, llegando su maestría a ocultar semejante artificio. Los subtítulos en español del ciclo hace que visionarlo sea hipnótico. 

Jerónimo Marín