Si son asiduos a las ceremonias de apertura o clausura de los Juegos Olímpicos, han escuchado música del compositor griego Spyridos Samaras, ya que es el autor del “Himno Olímpico” que, en unas u otras, se escucha desde la reinstauración de 1896. Sus óperas, estrenadas en los mayores teatros de Italia y muy populares a finales del siglo XIX y comienzos del XX, son sin embargo hoy una absoluta rareza, por lo que es una buena noticia que se decidan grabar para ser difundidas.

Naxos recupera ahora un registro del primer acto de Tigra, la última e incompleta que, sin orquestar, se encontraba en la biblioteca del compositor. Byron Fidetzis, aquí también sensible director de la brillante orquesta Amadeus de Sofia, se atrevió a orquestarlo tras haber estudiado el estilo del músico griego durante décadas, y consiguió plasmar con acierto una visión modernista que miraba a Italia y a Francia y que, llena de guiños orientalistas, recrea la Venecia medieval de la trama.

Con sólidas voces griegas (la obra se canta, eso sí, en italiano), se consigue una interpretación muy disfrutable, que continúa con un ciclo de poemas del autor Georgios Drosinis. Compuesto en 1914, se puede establecer una clara relación (aunque usando el tamiz mediterráneo) con los ciclos orquestales de Lieder de la época. Bellísima la interpretación de la mezzo Varvara Tsambali, de gran implicación dramática. Tanta novedad en un solo disco hace que este sea muy recomendable.

Pedro Coco