Hans Rott, muerto antes de cumplir los 26 años (1858-1884), fue un gran talento que pudo llegar a ser uno de los grandes compositores de su generación. “La pérdida que la música ha sufrido es inconmensurable: su genio levantó vuelo en su Primera Sinfonía, que compuso cuando contaba sólo veinte años y que, en mi opinión, hizo de él el fundador de la nueva sinfonía”. Pese a estas elocuentes palabras de Gustav Mahler, que había sido condiscípulo suyo en el Conservatorio de Viena, la Primera (y única) Sinfonía de Rott no fue estrenada hasta ¡1989! (en Cincinnati, con la orquesta local dirigida por Gerhard Samuel, quienes a continuación la grabaron para Hyperion). Desde entonces la han vuelto a llevar al disco Segerstam (Bis 1992), Russell Davies (CPO 2002) y Weigle (Arte Nova 2004). Interpretaciones que no conozco; en todo caso, esta quinta grabación merece una clara aprobación. Me parece, pues, un CD muy recomendable, ya que la Sinfonía (además de la Suite, de 1877, que lo completa) es una obra a conocer por todo melómano inquieto. En el concurso del referido Conservatorio, tras la ejecución del movimiento inicial, los miembros del jurado estallaron en risas y, pese a las protestas de Bruckner, fue la única de las siete obras presentadas que no obtuvo premio alguno.