El pianista Christopher Hinterhuber posee las habilidades necesarias para abordar el repertorio más virtuosístico de la primera época del siglo XIX. Primero lo hizo con Johann Nepomuk Hummel y ahora con Ferdinand Ries (1784-1838), que fue alumno y amigo de Beethoven, un brillante pianista que compuso unas ciento ochenta obras, catorce de ellas para piano y orquesta en la etapa prerromántica Biedermeier, donde el gusto del público se inclinaba hacia la brillante ejecución de los pianistas. Ries parece que inventó el “Allegro di bravura”, música espectacular, enérgica, alegre y de difícil ejecución. Todo aquello fue posible por la mejora que los pianos de la época tuvieron con la invención del doble escape y la sustitución del armazón de madera por el de hierro, lo que permite una mayor tensión de las cuerdas y mayor sonoridad.

En estos discos colaboran las Orquestas Sinfónica de Nueva Zelanda, Sinfónica de Gävle, Real Filarmónica de Liverpool y Sinfónica de Bournemouth, todas ellas dirigidas por Uwe Grodd y al piano el solista Hinterhuber. Además de los 8 Conciertos para piano y orquesta, interpretan también la Introducción y Polonesa Op. 174, Introducción y Variaciones Brillantes Op. 170, ambas para piano y orquesta, así como diversas obras con los Opp. 52, 116 y 144. Es importante conocer esta música que anticipa las maneras de hacer en el Piano Romántico.

Sol Bordas