Orchestra Sinfonica Nazionale della RAI / Robert Treviño.
Ondine ODE1425-2 (CD)
RESPIGHI VUELVE A ROMA
En 1913, poco después de instalarse como docente en Roma y abrumado por sus monumentos, el compositor boloñés Ottorino Respighi (1879-1936) escribía a su esposa Elsa preguntándose “por qué nadie ha pensado en hacer las fuentes de Roma ‘cantar’, porque son, después de todo, la voz misma de la ciudad”. Así, lo que sería el germen de la triada de poemas sinfónicos que daría conocida fama al compositor: Fontane di Roma de 1916, Pini di Roma en 1924 y Feste Romane en 1928 opacaría su producción anterior y posterior, fuese la franckiana Sinfonía Dramática de 1914, o el sobresaliente Metamorphoseon modi XII de 1930. Hoy, frente a un extenso catálogo de grabaciones, esta versión de la Orchestra Sinfonica Nazionale della RAI con su principal director invitado, Robert Treviño, es un dechado de virtudes en la detallada y lírica interpretación como en la amplia y natural escena registrada. En este sentido, y no abundando las versiones con orquestas italianas, este disco resulta de interés y despunta al comparase con grabaciones de otras formaciones de la misma geografía, superando los registros de La Vecchia con la Orchestra Sinfonica di Roma en Brilliant, los clásicos de Ricordi y Decca de Previtali o el más moderno de Gatti en Conifer, ambos al frente de la Orchestra dell'Accademia Nazionale di Santa Cecilia, y manteniéndose a la par con la versión de Pappano para Emi con la misma orquesta, o las versiones parciales (Pini y Fontane) de Prêtre (en DVD en Sony) o Chailly para Decca con la Filarmonica della Scala.
En un marco más amplio, Treviño se acerca al cuerpo e incisividad rítmica de las referencias de Muti con Philadelphia en Emi, Ozawa con Boston en DG o Dutoit en Montreal para Decca, capturando en Fontane la esencia de la evocación al dejar cantar a las maderas en la brumosa Fontana de Valle Giulia all’alba, delineando con precisión la cascada y el jugueteo mitológico en la fontana del Tritone al mattino, y acrecentando la tensión ante Océano domando las aguas bajo el sol (descrito bajo el sinestésico acorde de Re Mayor en el clímax) en la Fontana de Trevi al meriggio, para cerrar con una perfumada recreación del paisaje crepuscular de La Fontana de la Villa Medici al tramonto.
En Pini el color armónico cuasi scriabiniano y el rango dinámico son aún más contrastados. Ayuda a ello el detalle logrado en el stravinskyano Pini de Villa Borghese, el melancólico lirismo gregoriano de Pini presso una catacombe, el estatismo atmosférico del bellísimo I Pini del Gianicolo y la bien construida marcha de I Pini di Via Appia. Por último, en Feste, Treviño opta por una dramaturgia en la que contrapone los brillantes movimientos extremos (Circenses y La Befana) con los aéreos Giubilio y L’Ottobrata en los que, mediante tempi reposados, busca un mayor protagonismo solista permitiendo respirar la música a las diferentes secciones evitando soluciones grandilocuentes. Grabación más que recomendable por técnica e interpretación impecables.
Justino Losada