James, Machado, Romeu. Cor de la Generalitat Valenciana. Orquesta de la Comunitat Valenciana / Riccardo Chailly. Escena: Davide Livermore.
Accentus, 20283 (DVD)
Grande Chailly
Todavía no salgo de mi asombro. Busco en el menú de reproducción de este DVD la subtitulación (sí, hasta para una Bohéme me gusta saber qué se está diciendo: Monteverdi obligó al duque de Mantua a imprimir el texto de Orfeo para que los invitados al estreno comprendieran la palabra, sin la cual, sencillamente, no hay ópera) y me encuentro con seis opciones, las habituales (italiano, francés, inglés y alemán) más japonés y coreano. No está la española. A pesar de que se trata de un producto de un teatro español. Me siento avergonzado; en esto también (¡!) somos el trasero del mundo. Muy cabreante.
Tuve el placer y el honor de acudir a la función aquí grabada. Aunque tengo algunas dudas. En los créditos se dice diciembre de 2012, sin especificar la fecha, y la función a la que me estoy refiriendo es a la del día 12, cuando habían tenido lugar ya otras tres y todavía faltaba la última, la del día 18. ¿Se ve y escucha, pues, exactamente lo que se vio y escuchó en la función del 12? Tengo dudas; hasta donde me alcanza la memoria escucho cosas mejores. Pero es solo una impresión, y por otro lado si hubiera “mezcla” tampoco sería objeto de crítica; se hace casi siempre.
Lo fundamental es que esta es una gran Bohème; hay en este momento pocos directores que sepan dirigir mejor esta obra, y sobre todo de manera tan “italiana”. Chailly fue desde luego lo mejor de la velada, pero la puesta en escena y el trabajo de los cantantes fue excelente, la primera, y más que suficientes, aunque con algún altibajo importante, los segundos. Las chicas fueron lo más interesante vocalmente: una muy bien cantada y sentida Mimí por parte de la emergente soprano de origen israelí Gal James, mientras que la valenciana Carmen Romeu exhibió medios y arte como Musetta. No me parece que Aquiles Machado alcanzara ese nivel; es muy expresivo y tiene una bonita voz, pero como actor deja bastante que desear; además vocalmente es justo para Rodolfo. Del resto destacaría el Schaunard de Mattia Olivieri, procedente del Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo.
Pero la verdadera estrella de la función fue Riccardo Chailly. Su dirección tuvo la virtud de aunar tradición y progreso, pues fue auténtica en el lenguaje pero extraordinariamente personal en la planificación del discurso sinfónico y melódico. La Orquesta estuvo genial. Por otro lado, La toma para el DVD, lejos de sufrir alguna pérdida, ha conseguido centrar el interés dramático con una imagen de muchísima calidad y un sonido absolutamente espectacular. Como producto es irreprochable. En resumidas cuenta, una opción bastante recomendable.
Pedro González Mira