Con un interesante muestrario incial, Sony parece inaugurar una nueva serie que rescata grabaciones radiofónicas desde el Metropolitan. En este caso, una Bohème del invierno de 1958. Tanto Bergonzi como Sereni llevaban pocas temporadas presentes en la compañía, y ambos cantaban allí por primera vez los roles de Rodolfo y Marcello respectivamente. Jóvenes, de instrumentos privilegiados y defendiendo personajes que encajaban con su vocalidad de entonces, el resultado no podía ser otro que sobresaliente, destacando la recreación de tenor parmensano, que deja el listón muy alto por fraseo, intención y sobre todo, técnica.

Licia Albanese era ya una habitual en el teatro, e incluso había grabado la obra con Arturo Toscanini o, antes, junto a Beniamino Gigli, revelándose Mimì de referencia entre el público neoyorkino, al que deleitaba con ella cada año desde 1940. Dieciocho años después, el personaje pierde frescura, pero mantiene mucho del encanto, y es en los últimos actos donde más emociona.

El resto del reparto, despuntando la deliciosa Musetta de Laurel Hurley, cumple su cometido y brilla en sus momentos solistas, al igual que Thomas Schippers, cuyo trabajo con los cantantes es de agradecer, estableciendo perfecto balance entre foso y escena.  

P.C.J.