Diferentes intérpretes (Alexander Tharaud, piano, etc.).
Naxos 8.505258 (5 CD)
Todo un festín para los amantes de la música francesa. Disculpen el dato personal, pero como alumno de música de cámara que fuera este crítico de Luis Rego, el cual a su vez fuera alumno de Poulenc, comprendan que me apropie de una filiación, tenue y débil, pero cierta con este mayúsculo autor francés. Poulenc, de estilo claramente reconocible y personal, fue un consumado creador de música de cámara, aunque el mismo reconociera que su pensamiento musical funcionaba mejor para los vientos que para la cuerda. Sus sonatas son de estudio obligatorio para cualquier estudiante de viento, y la posibilidad de tener este quíntuple obsequio con la integral, es una oferta tentadora.
Las versiones son excelentes, las notas a los discos necesarias y reveladoras, y el hecho de que hayan ampliado el concepto de música de cámara a las obras para voz y pequeño grupo instrumental, donde encontramos Rapsodie négre (1918, su puesta en largo en la sociedad musical), con Le Bestiaire y Le Bal Masqué, o sus poco conocidas músicas incidentales L’invitation au château, y Léocadia, otorgan un valor añadido, pertinentes aquí por estar escritas para quinteto de instrumentos. Frank Leguérinel, barítono, asume la parte vocal en los ciclos vocales.
Solo por la escucha del movimiento lento del Trío para piano, oboe y fagot, o por la filigrana de su Sexteto para piano y quinteto de viento ya merece la pena este cofre, donde merece especial mención Alexander Tharaud, que está omnipresente al piano en los cinco discos.
Jerónimo Marín