En L’Angelica, compuesta por un treintañero Nicola Porpora en Nápoles para celebrar el veraniego cumpleaños de la emperatriz Elisabetta Cristina, se encontraban por primera vez, junto al maestro, dos figuras fundamentales del barroco italiano, Farinelli y Metastasio, por lo que esta serenata, que no ópera, tiene un interés histórico además del musical.

El festival de Martina Franca encargaba en el verano de 2021 una nueva edición a La Lira d’Orfeo y a su creador, Raffaele Pe, y encomendaba la dirección orquestal a un vivaz y preciso, además de sumamente experimentado, Federico Maria Sardelli. Por ello, el disfrute desde el plano musical está asegurado, con un muy teatral planteamiento lleno de contrastes y elegancia.

A esto, se suma una inteligente elección de cantantes, entre los que destacan, por la belleza del timbre, la precisión y la entrega, las dos voces femeninas más graves: Gaia Petrone y Teresa Iervolino, Licori y Orlando, respectivamente. Asimismo, adecuadas a sus roles y con buena disposición escénica, Paola Valentina Molinari, un Medoro que consigue emocionar en la escena a solo con el cello y la ágil Ekaterina Bakanova como protagonista.

Una puesta en escena funcional (la trama procedente del inmortal Orlando de Ludovico Ariosto no requiere demasiado cambio ni alardes) reúne a los personajes alrededor de una mesa de banquetes que sirve como vertebradora la acción.

Pedro Coco