María Orejana, piano.
Warner, 5310501862 (CD)
Ramón Paus (1959) es un compositor atípico y ejemplar. Su formación, más cercana al mundo del jazz que al clásico, explica su filosofía creativa: un ideario en el que la libertad expresiva viene dada por el aprovechamiento de todo el bagaje lingüístico acumulado, sin importar su procedencia. Sus obras constituyen así un modelo donde la amplitud de miras, la personalidad y la honestidad son las señas de identidad.
Esta recopilación pianística muestra una música relajada, sin excesos, pero que sorprende a cada instante por sus armonías, su variedad temática y sus desarrollos. Los límites estilísticos más que difuminados son inexistentes, y al escuchar el disco uno se acuerda de Debussy, de Scriabin o del último Ligeti, pero también de Keith Jarrett o Bill Evans. Y digo se acuerda porque no llega a producirse más que eso, una reminiscencia, un reflejo de los elementos asimilados por Paus para conformar su propio lenguaje; un lenguaje que, a través de la reexposición de los temas y una cuidada y sumamente coherente estructura global, ayuda al oyente a situarse, a saber qué ha escuchado.
María Orejana entiende al compositor castellonense a la perfección e interpreta magníficamente estas piezas. En Garbí evoca sutilmente el viento mediterráneo, extrayendo del piano todo el colorido necesario para representar la cambiante fuerza natural. Por su parte, en la exigente Linkaje da toda una lección de control rítmico, fraseo melódico, planificación dinámica y riqueza tímbrica para hacer referencia a un proceso genético plasmado aquí por la unión de secciones contrastantes y elementos aparentemente incompatibles; toda una declaración de intenciones del pensamiento musical de Paus y un ejemplo de absoluta libertad expresiva. Azul de Prusia, estrenada en 2007 por la propia pianista, rinde homenaje al pintor canario Juan Hernández a través de una melodía recursiva interrumpida por diversos materiales que crean un juego de tensiones donde Orejana se maneja con una autoridad incuestionable.
El disco se completa con cuatro imágenes no exentas de poesía que reflejan distintas partes de la naturaleza de Brasil. Maresias, la de mayor duración, dibuja la playa homónima con un gran poder sugestivo, mientras que Sambaia hace momentáneamente un guiño a la bossa nova mientras desarrolla materiales cercanos al jazz modal, y Aléia e Ipê Amarelo se refieren a arboledas y árboles mediante una gran libertad formal concentrada en el tiempo.
En definitiva, la refrescante, sugerente, y personal música de Paus y la brillante interpretación de Orejana hacen que este disco se recomiende sin reservas.
JCG