MEDEA. Manuel Barrueco, guitarra. Orquesta Sinfónica de Tenerife. Víctor Pablo Pérez, director.
Tonar, 01201, 31015 (2 CDs)
El arte de la guitarra
El cubano Manuel Barrueco lleva años subido a los escenarios con una guitarra en la mano. El control de un ingente repertorio y su elegante estilo interpretativo lo llevan de una parte a otra del globo para ofrecer su versión de este lenguaje universal. Además, lidera varios proyectos relacionados con la guitarra, entre los que se encuentra la “Colección Manuel Barrueco” para el sello Tonar, una serie de grabaciones hechas bajo su dirección artística que ya ha recibido varios premios y de la que se presentan aquí dos: Tárrega! y Medea. La calidad y planteamiento de ambos propiciará que los amantes de la guitarra dirijan su atención hacia ellos. En el primero, nominado en 2011 como mejor álbum de música clásica en los Grammy latinos, se reúne un repertorio muy popular para guitarra solista. Esbozando un retrato de Francisco Tárrega, Barrueco muestra al compositor que le ha servido de referencia desde la infancia. Precisamente el enfoque es lo interesante de este trabajo, se han seleccionado piezas compuestas por el músico español, como Capricho árabe, junto con otras que responden a su gusto personal y le inspiraron, entre las que se encuentra la transcripción de la Barcarolle de Mendelssohn.
El segundo CD, Medea, también pertenece a la serie de Tonar, aunque en esta ocasión el repertorio combina la música solista con la de guitarra y orquesta. Conocidas versiones de la música de Albéniz y Granados ocupan el comienzo del disco, el resto pertenece a la obra homónima que Manolo Sanlúcar le compuso al Ballet Nacional y que sugestionó a Barrueco para concebir esta Suite. Con permiso del autor y sin seguir el orden original, su intención fue crear una experiencia musical que recrease la belleza y mantuviera la fuerza del flamenco. Por ello, su Medea tiene un estilo muy personal basado en el espíritu arrollador del folklore español, tan afín al instrumento, interpretado con la rigurosidad y el sonido límpido de la guitarra clásica. El propio Barrueco, al montar la obra, pasó por un proceso de transformación cuando descubrió que “un toque flamenco no sólo sonaba mejor, sino que era incluso necesario”. Acompañado de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y dirigido por Víctor Pablo Pérez, este original trabajo es una potente experiencia sonora que refuerza y completa la personalidad del instrumento.
Esther Martín