“La esperanza es esa cosa con plumas”, dice Emily Dickinson. Y “Nuevas voces”, título del disco del dúo formado por Molly Car y Anna Petrova, son los recuerdos profundamente guardados de “Ayuda Para Refugiados: Novel Voices”, proyecto para dar voz y visibilidad, a través de la música y el cine, a las vidas y luchas de las comunidades de refugiados en todo el mundo, con conciertos interactivos gratuitos de música clásica a poblaciones desplazadas. Con la música, el dúo Carr-Petrova ha dado esperanza a un colectivo que se cuenta por millones y millones de personas, errantes y con la esperanza tan frágil como una pluma.

Es deber contar esto para ahora hablar de la música del disco, ligada toda ante el infortunio. Como nueva voz, la transcripción de la Nana de Gayaneh es un prometedor comienzo, que da paso a la Sonata para clarinete de Weinberg (para viola, transcrita por J. Adler), una interpretación superior (de una profunda belleza el insondable Adagio final), como lo es la de Rebecca Clarke y quizá su mayor obra, la Sonata para viola y piano, que puede conocer la mejor interpretación hasta la fecha (las intérpretes se muestran muy sensibilizadas con la compositora), especialmente por el denso sonido de Molly Car y la sensibilidad extrema de Anna Petrova, incluidos los arreglos de la misma que existen para chelo. Cerrando el disco, Novel Voices del joven mexicano Fernando Arroyo Lascurain, en lenguaje muy visual, un tríptico de tierna belleza y sensual gusto melódico.

Gonzalo Pérez Chamorro