Es un reto enorme la puesta en escena de este Singspiel, a mitad de camino entre el drama y la comedia, con un exotismo en su libreto que lo hace difícil reinterpretar. De todas las versiones conocidas, esta es la mejor sin duda alguna: nos deja enfrente de la obra para que nosotros obtengamos nuestras conclusiones sin prefijar nada y para ello el genial McVicar realiza una puesta en escena hiperrealista con clara distinción entre escenas de puertas adentro y puertas afuera y con el Pasha, magnífico Seurel, personaje hablado, como pivote y solución del conflicto Oriente/Occidente tan actual. Voces maravillosas, con una Sally Matthews que pasa con nota la temible “Alle Marten”, y el descubrimiento del joven bajo Tobias Kehrer, timbrado Osmin de buenos graves y voz flexible, o el Pedrillo bien matizado de Gunnell, buen actor. Todo ello proviene del verano de 2015, donde el 19 de julio se grabó en el Festival de Glyndebourne, con una estelar Orchestra of the Age of Enlightment, que después de 30 años de actividad suena tan fresca y entregada como en su primer día, bajo la batuta del joven y ascendente Ticciati, lleno de energía. No tiene punto flaco este Rapto y para nosotros ha sido el descubrimiento definitivo de esta ópera. ¡Bravo y gracias, McVicar!

Jerónimo Marín