Lieder operísticos

Como Liederista refinado y elegante, del que en este país ya ha dado cuenta en sus variadas actuaciones desde hace años y del que aguardamos con impaciencia un Winterresise de Schubert para el próximo 20 de junio, dentro del Ciclo de Lied, Christian Gerhaher ofrece, bajo una temática sobre el eros en las grandes óperas de Mozart (sinónimo: las grandes óperas de la historia), un recorrido por personajes como Guglielmo, Don Giovanni, Leporello, Figaro, Il conte y un Papageno único y magistral, que borda con sus pliegos expresivos y su excelso material, papel que hace de contrapunto a los citados primero, todos ellos envueltos en mayores retos que la simple búsqueda del inocente buscavidas de La flauta mágica (el libreto afronta esta idea con bastante acierto).

Gerhaher está apoyado en la espectacular Orquesta Barroca de Friburgo, que toca sin director (aunque recalcan continuamente la doble labor de su concertino, Gottfried von der Goltz), que intercala durante todo el disco los cuatro movimientos de la Sinfonía “Linz”, pero en su orden inverso, desde el Presto final al primero, un capricho “comprensible” y justificado por la temática de la grabación. La interpretación es un lujo sonoro, aunque los tempi van por el mismo estilo de los tempi ligeros y ágiles generales en las arias (quizá este sea el mayor reproche, una falta de calma y de rubato para personajes que cantan ante momentos de gran incertidumbre en sus acciones).

Todo son parabienes con Gerhaher, señor de escena, dueño de un fraseo único y un centro vocal de plena belleza (tesitura donde principalmente se mueve Mozart, al menos de donde emerge lo esencial de su escritura), ya que sus graves no son todo lo rotundos que por momentos debieran, al tratarse de un barítono muy lírico (roles como Don Giovanni quedan un poco cortos por abajo, mientras que Papageno es todo luz). Decía del fraseo elegante y preciso, cuya pronunciación en un muy buen italiano y un alemán (que obviedad) impecable, surgen con una intensidad expresiva que nos remite a los London, Siepi, Dieskau o Prey, también grandes Liederistas (en algunos casos “grandes” es quedarse corto). “Deh, vieni alla finestra”, “Tutto e disposto…” o “Hai giá vinta la causa!...” son ejemplos de un arte vocal Liederístico transformado en operístico. Completan la fiesta, como artistas invitados, Avi Avital a la mandolina (Don Giovanni) y Kristian Bezuidenhout como fortepianista y al glockenspiel del inconmensurable Papageno.

Gonzalo Pérez Chamorro