Diego Ramos, piano.
Orpheus OR7535-1053 (CD)
Después de haber firmado una contundente interpretación de algunas músicas para piano de Granados, el pianista Diego Ramos vuelve a la escena discográfica con una deliciosa lectura de la Música Callada, una de las partituras pianísticas más importantes de Federico Mompou. Se trata, como digo, de una obra importante debido no tanto a su dimensión pianística como a su contenido simbólico. En sus inocentes líneas melódicas hay condensado un inmenso repertorio de estados y afectos, entre los que destacan la pureza de la niñez, la nostalgia, la muerte.
No resulta sorprendente, dado su habitual buen hacer, que el pianista gaditano haya logrado una versión madura, reflexiva y emocionante del texto de Mompou. Formado pianísticamente con grandes conocedores de la obra del compositor, Ramos plasma aquí toda su sabiduría musical, y la pone al servicio de una obra que quizá no exige los dedos más veloces, pero que demanda una gran inteligencia tanto intelectual como emocional. Con un legato dulce y cristalino, un delicado cantabile y una gran plasticidad sonora, Ramos va desgranando quedamente cada una de las veintiocho perlas que conforman la obra, de modo tal que no se puede cuestionar el trabajo concienzudo y minucioso que se esconde tras el resultado.
Cerrar los ojos y dejarse ir con la música de Mompou es uno de los placeres que la vida nos ha otorgado, y si podemos hacerlo en compañía de un pianista de la talla de Diego Ramos, es seguro que disfrutaremos del viaje sobremanera.
Álvaro Menéndez Granda