No muy lejos del estilo de rítmica bartokiana y texturas rousselianas de la obra juvenil de su compatriota nueve años menor, Witold Lutosławski, la truncada producción del polaco Artur Malawski (1904-1957) brilla por un ramillete de coloristas obras sinfónicas recuperadas, parcialmente, en este CD para Naxos. La caleidoscópica Obertura de 1948 con sus inflexiones rítmicas de raíz popular y su despliegue tímbrico afrancesado sorprende, al igual que la audaz y más stravinskyana Tocata para pequeña orquesta de 1947, por sus ansiosos y brillantes desarrollos. Reconstruido por Kazimierz Wiłkomirski en 1988 a partir de materiales hológrafos, el Tríptico ‘Montañeros’ de 1949 preludia el estilo folklórico y más inmediato de la Suite Popular de 1952 que, sin menoscabar su particular e identitario puntillismo orquestal, está inmerso en pleno realismo socialista.

La obra más ambiciosa, los Estudios Sinfónicos para piano y orquesta de 1947, parte de una angulosa estética neoclásica para enhebrar un cromático discurso que se aventura hacia la ambigüedad tonal de obras previas como sus Variaciones para orquesta de 1937.

La amplia toma sonora y el preciso y rotundo piano de Beata Bilińska, unidos a la eficaz Filarmónica Artur Malawski Podkarpacka bajo dirección de Mariusz Smolij, hacen un trabajo magnífico grabando Montañeros, Toccata y Suite popular por vez primera y actualizan los registros Polskie Nagrania de Krenz en la Obertura y Smendzianka/Wisłocki en los Estudios Sinfónicos. Muy recomendable.

Justino Losada