Cuentan las crónicas que, cuando se hubo desvanecido el último sonido de esta Sinfonía grabada en los conciertos ofrecidos el 24 y 27 de noviembre de 2021, un silencio matizado por la nostalgia, la esperanza y el temblor permaneció durante un tiempo indeterminable entre los escasos y privilegiados asistentes. Poco a poco la vuelta a la realidad se impuso y la memoria almacenó esta versión como una de las mayores experiencias musicales vividas por ellos. No son frecuentes las grabaciones de Rattle con la Radio Bávara, y esta debe ocupar un lugar privilegiado. El poliédrico mundo musical mahleriano abarca un mundo completo, recogido con una expresividad tremenda. Además técnicamente el trabajo es impecable, permitiendo escuchar la intrincada red de células motívicas que se suelen superponer en su escritura con una claridad diáfana, todo ello merced a la elección de unos tempi justos, adecuados para permitir al escuchante atento y conocedor este tejido seguir el discurso. La orquesta toca sin fallas, con unos colores inigualables, y la grabación es nítida, con toda la presencia posible de la orquesta. Hay que tener una gran madurez para poder expresar toda la desilusión que provoca el reconocimiento de que ni en el mundo rural hay perfección (el segundo movimiento desaparece fragmentado), ni el mundo moderno nos ayuda, el Rondo-Burlesque del tercer movimiento con sus armonías de pesadilla y alegría forzada, para encontrar la salvación en ese giro de cuatro notas, en esencia el dibujo del grupeto barroco, que empapa el último y desolador y eterno cuarto movimiento. 

Jerónimo Marín