LA SINFONÍA HACIA EL SIGLO XX

La sinfonía sufrió fuertes transformaciones a lo largo del pasado siglo. Muchos de los grandes compositores de la pasada centuria apenas cultivaron ese género musical y, cuando lo hicieron, fue para someterlo a significativas transformaciones estructurales que alteraron en grado sumo la forma sinfónica, tal como se entendía desde su aparición hasta el Romanticismo. En realidad, la sinfonía no ha hecho sino evolucionar a lo largo de su existencia, pues ya durante el siglo XIX fue sometida por los compositores a fuertes transformaciones que la adecuaban a las exigencias estéticas de cada momento.

Mahler compuso su Cuarta Sinfonía entre 1899 y 1900, y la estrenó en 1901. Jakub Hrůša es, sin duda, un director a tener muy en cuenta. Sus grabaciones de música checa alcanzan una altura espectacular en muchas ocasiones. Quizás una de las características más relevantes del director sea su capacidad para extraer la esencia temática de la forma más transparente.

En sus trabajos, es quizás esta transparencia una de las señas de identidad que conforman su personalidad musical de manera más inequívoca. Esta versión de la Cuarta de Mahler es una muy buena muestra de ello. El primer movimiento es extraordinario, de perfecta planificación y minuciosa exposición de contrastes de gran belleza. El demoniaco segundo tiempo se encuentra mucho más cerca del scherzo de la Séptima de lo que habitualmente suele. El tercero es apacible, mesurado, pero evitando cualquier atisbo de falsa afectación con que tantas veces se le castiga, al igual que sucede con el último, donde Anna Lucia Richter nos lleva con su voz a la conclusión de una de las versiones más bellas de la obra que se hayan grabado en las últimas décadas.

Rafael-Juan Poveda Jabonero