GERGIEV EN LOS PROMS

Este DVD corresponde a un Prom celebrado de 2016 con obras compuestas a lo largo del siglo XX (más una propina de Berlioz) de muy diverso carácter. La Orquesta Filarmónica de Munich tiene una tradición de directores titulares muy importante y su actual director, Valery Gergiev, no desmerece de esa tradición. Su versión del Bolero es impecable, de una gran precisión; la orquesta hace un alarde de musicalidad y buen hacer bajo una batuta (más bien un palillo, si se fijan). Para el Concierto de piano n. 3 de Rachmaninov, un concierto endiabladamente difícil y para el que el compositor escribió una cadenza alternativa mucho más comprometida y larga que es la que se interpreta en esta versión, cuenta con la actuación de Behzod Abduraimov, un joven pianista de Uzbekistán que, merced a una técnica prodigiosa, unida a una pulsación segura y de gran sensibilidad, se ha hecho un puesto entre los primeros pianistas del momento.

Gergiev, con la orquesta, se compenetra perfectamente con el pianista, logrando una interpretación memorable, que cuida la claridad de los planos sonoros. Abduriamov es muy joven y quizá se le pueda achacar alguna concesión a la exhibición, pero como decía George Bernard Sahw, la juventud es una enfermedad que se cura con los años y seguro que este pianista llega pronto a la madurez.

La compositora Galina Ustvolkaya, fallecida en 2006 a los 87 años, es sin duda una de las figuras más interesantes y con mayor personalidad del mundo de la composición de la segunda mitad del siglo XX. Su catálogo se limita a 25 obras de una duración que no superan los 30 minutos y que en muchos casos tienen un espíritu religioso, como ocurre con esta obra. Su Sinfonía n. 3, que tiene una orquestación atípica como la tienen muchas de sus obras, es en realidad la oración de alguien que busca la esperanza desde la desesperación, y si Gergiev y la orquesta hacen una magnífica versión de la parte musical, la interpretación del narrador, Alexei Petrenko (que falleció en 2017), es realmente conmovedora.

La suite de El caballero de la rosa es una obra que se ha hecho con todo merecimiento un hueco en el repertorio sinfónico, pues esta es una de las óperas de Richard Strauss que tiene suficiente música como para esto y más. La interpretación, para mí, no es la ideal, pues en algunos pasajes se hace tediosa y en los valses se echa en falta un poco más de espíritu vienés, pero esto es una cuestión de gusto y hay que reconocer la calidad del sonido de la orquesta y la claridad de la dirección de Gergiev. En resumen, un DVD muy interesante tanto por las obras como por la interpretación.

Enrique López-Aranda