I DID IT MY WAY

En 1980, en un artículo denominado The ‘Beautiful’ in Music Today, el siempre jovial compositor alemán Helmut Lachenmann (1935) reflexionaba con elocuencia sobre el ideal de belleza desde el concepto decimonónico de lo sublime hasta el final del siglo XX, criticando las limitaciones estéticas impuestas por el mercado que, a su criterio, cercenaba la libre y pura autonomía del sonido y, por consiguiente, de la escucha. Formado con Luigi Nono, el discurso de Lachenmann parte de estas fórmulas de pensamiento para desarrollar un personal lenguaje dominado por la Musique Concrète Instrumentale, forma de purificación estética que, enunciada en 1969, rechaza toda regla preconcebida y se cristaliza como seña de identidad en una fascinante y crujiente música en la que la falta de prejuicios, la especulación, la atomización sonora, las técnicas ampliadas, el ruido, la microtonalidad y todo posible sonido soporta una robusta arquitectura narrativa de formas (para sorpresa del oyente) tradicionales. Mediante el eterno torrente imaginativo del compositor se interpela al oyente para una aventurada escucha que enmarca ya un hábito personal que, desde Air, Kontrakadenz, Accanto, Gran Torso, Tanzsuite mit Deutschlandlied, Ausklang, Tableau o Grido, llega hasta hoy con la obra de este nuevo compacto de BR Klassik, My Melodies.

Con un título provocativo e inspirada en la experiencia de los ensayos de las sesiones madrileñas de su ópera La Pequeña Cerillera en 2008, My Melodies es un tapiz sonoro para ocho trompas y orquesta que, tras la presentación del material inicial, engarza células y recursos sonoros con los que construye texturales cadencias, sus melodías, en las que destellos de tonos puros y armonías simples (como en la frenética cadencia para ocho trompas solas) se distinguen entre el clamor orquestal. Con cierto sentido lúdico (el propio Lachenmann compara el título de My Melodies con el My Way de Frank Sinatra, nombre que diera lugar también al emotivo documental de 2020 dirigido por Wiebke Pöpel sobre el compositor alemán), abre la puerta a sonidos que asociamos también a otras músicas. Así surge la cita de Simon Rattle al tiempo de presentar My Melodies en Berlín, quien apuntó al compositor “I really love those big band bits”, tal vez para aligerar un conflicto humano; un sincero y diacrónico diálogo con la tradición en conciencia con la única intención de seguir ensanchando la semántica de la belleza mediante una música con sensación de auténtico legado.

Con una presencia orquestal de primera y un refinado gusto por el detalle, el cristalino trabajo de Matthias Hermann con la Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara resulta encomiable en esta versión final de My Melodies para el Festival Musica Viva de 2023 que, en forma de pedagógico CD, se acompaña de pistas con explicaciones detalladas de fragmentos y una conversación del compositor con Johann Jahn que abunda en las cualidades del pensamiento lachenmanniano. Disco imprescindible.

Justino Losada