En su obra, Nikolai Kapustin (1937) consigue conciliar dos mundos aparentemente antagónicos: el improvisatorio y abierto del jazz con el acabado y cerrado del clásico. El resultado es sorprendente porque la traslación del sonido escrito sobre la marcha a las formas tradicionales propias de la música “culta” está muy lograda. El jazz formal de Kapustin recuerda a Gershwin, pero también a Scriabin; una admirable imbricación estilística lejos de otros pastiches sin interés.

Los 8 Estudios de Concierto son piezas ambiciosas y exuberantes donde se pone de manifiesto lo anterior. Catherine Gordeladze sorprende por la asombrosa asimilación del lenguaje del ruso –inspirado en Oscar Peterson, según el propio autor- trasladado a su técnica, que ya querrían para sí muchos pianistas de jazz. ¡Menudos boogies se marca la georgiana en Shuitka!

Sin abandonar nunca la partitura, el swing está también presente en los 24 Preludios en estilo jazz, aún más exigentes si cabe que los anteriores. Gordeladze no se arruga ante tal torrente de notas y ritmos, demostrando a su vez que la emoción latente del Blues –nº 3- y la sutileza sonora –nº 13- tampoco le son ajenas. Disco, por todo ello, muy recomendable.

JCG