Bien conocido es el compromiso que Isabel Dobarro ha adquirido con las creadoras de la Historia de la Música a lo largo de su trayectoria como pianista. En esta ocasión, la grabación para Naxos-Grand Piano titulada Kaleidoscope (portada de RITMO en noviembre) incluye doce obras de compositoras contemporáneas que viajan por diversos lenguajes y culturas. Esta variedad estilística se observa entre obras como Improvisation (2001) de la jordano-canadiense Suad Bushnaq y Tumbao (2005), de la cubana Tania León. La primera presenta influencias árabes en líneas melódicas expresivas y, en ocasiones, introspectivas. En cambio, la segunda es una composición vibrante que fusiona la riqueza rítmica de la música cubana con el lenguaje musical contemporáneo.

Dobarro demuestra una versatilidad admirable, deslizándose con naturalidad entre los contrastes del repertorio. Su sensibilidad brilla en las melodías más delicadas y emotivas, transmitiendo una dulzura conmovedora, mientras que en las obras más enérgicas y dinámicas despliega una fuerza y vitalidad que cautivan al oyente. Este equilibrio entre la sutileza y el ímpetu reafirma su maestría con el instrumento.

Es crucial seguir interpretando las aportaciones de las compositoras históricas, pero publicar, grabar y llevar la música de las autoras contemporáneas a los escenarios debería considerarse una prioridad. Por eso el trabajo de Isabel Dobarro es de gran relevancia, porque no solo visibiliza a estas creadoras, sino que inspira a las nuevas generaciones, transmitiéndoles la confianza de que sus obras pueden tener un lugar en el panorama musical actual.

Sakira Ventura