Belcea Quartet.
Alpha 454 · DDD (CD)
Tarde o temprano el prodigioso Cuarteto Belcea debía hacer parada discográfica en los Cuartetos de Janácek, que, por su duración, en disco suelen llevar “algo más”, en este caso el Primero de los Cuartetos de Ligeti, el que recibe ese nombre tan seductor de “Metamorfosis nocturnas”. Y esta es una declaración de intenciones, ya que el Janácek de la formación liderada por Corina Belcea es uno de los más desafiantes y vanguardistas que se conocen, extrayendo toda su capacidad melódica y desnudando texturas. El Adagio con moto inicial del Cuarteto n. 1, “Sonata a Kreutzer”, así como los tres Con moto que le prosiguen son una fuente inagotable de recursos sonoros, radiantes en sus unísonos y en la zigzagueante rítmica del checo, tan emparentada como tan lejana con Bartók. El Belcea aplica una intensidad rítmica que oscila a ojo de buen intérprete y de leer bien entre notas: utilizan una modernidad racional, nunca llegando al exceso, pues todo se encuentra más actual, más contemporáneo, como más Janácek que nunca.
“Cartas íntimas”, el n. 2 del checo, alcanza tal éxtasis sonoro que cuesta escuchar otra interpretación tras la volcánica intensidad e inventiva, así como la mágica sonoridad debido a una técnica portentosa, inalcanzable en cualquier cuarteto de cuerda de la actualidad. Y para Ligeti, siguiendo la estela de un Hagen, crean un discurso de una elaboración directa: paso a paso van desgranando las ocho breves secciones sin descanso y sin pausa, redondeando una interpretación colosal. El mejor Belcea, sin duda.
Gonzalo Pérez Chamorro