Si desde mediados del siglo XIX la cultura japonesa ha ejercido una influencia esencial en el desarrollo del arte y del pensamiento occidentales, también podría proponerse una mirada inversa que se centrara en aquellos creadores japoneses que han dialogado con la tradición europea. En el ámbito de la música Takemitsu surge como referencia ineludible, y en su estela se sitúa la figura de Toshio Hosokawa, nacido en Hiroshima en 1955 y cuya trayectoria creadora ha estado estrechamente ligada al ámbito germano. Naxos inaugura con este registro una prometedora serie, que no sabemos si se convertirá en integral, dedicada a su creación orquestal. Con ello se produce una inédita situación en el panorama discográfico, ya que el sello Neos paralelamente está editando sus conciertos. La música orquestal de Hosokawa resulta inmediatamente atractiva. Las atmósferas sonoras se sustentan en una seductora tímbrica, que remite tanto al impresionismo como a ciertas soluciones del espectralismo francés. Las metáforas que articulan el diálogo entre solista y orquesta son inequívocamente orientales: tanto el Concierto para corno como el de piano proponen la imagen de la flor de loto naciendo del lodo. Soberbios intérpretes para una música subyugante.

David Cortés Santamarta