Este disco de Joaquim Homs contiene toda su obra para guitarra, solista y dúo. En su trayectoria compositiva hay una barrera emocional que se aprecia claramente y divide su música antes y después de 1967, la fecha en que falleció su esposa y que lo sumió en una progresiva transformación personal. Si Suite d’Homenatges o Dues linies reflejaban el impresionismo francés y el nacionalismo de Bartók, desde una visión atonal, los Soliloqios posteriores son un diálogo interior en el que el silencio es un elemento más de la música. 

Coetáneo y amigo de Gerhard, Homs representó el dodecafonismo en España al principio de su carrera y terminó cercano a la abstracción, siguiendo su idea de “soy lo que he experimentado”. Àlex Garrobé, profundo conocedor del catalán, rinde homenaje al maestro con esta grabación en la que ha tenido especial cuidado en saber los detalles personales que se vinculan a cada obra para conseguir una interpretación rigurosa. La vinculación con la meditación y con Oriente, junto al ostracismo, invadieron el estilo de Homs paulatinamente, y el deseo de Garrobé era transmitirlo a través de la interpretación. Su enorme sensibilidad se ha transmitido a esta música tan íntima, tanto a solo como en los dúos con Escobar. El sonido y la sonoridad, cuidados impecablemente, son imprescindibles para apreciar los distintos planos sonoros y las influencias. Es un disco para comprender y dejarse llevar, una música que surge de las experiencias vitales teniendo la soledad como compañera.  

Esther Martín