Reeditados ahora en una cajita manteniendo las ediciones originales (de 2011 a 2015), esta integral es uno de los mejores y más desapercibidos trabajos discográficos de música de cámara de los últimos años. El reticente Hindemith no tiene la buena imagen de Bartók ni Shostakovich, que pasean sus Cuartetos de cuerda con solvencia, asiduidad y la seguridad de su fama, pero al último eslabón de una amplia cadena de compositores aferrados a la tradición, como fue el autor de Mathis der Maler, le cuesta imponer su música en las salas de concierto (es curioso, con la “mala prensa” que para algunos tienen creadores de la vanguardia contemporáneos a Hindemith, como Schoenberg o Webern, se programan e interpretan mucho más…).

El Cuarteto Amar toma el mismo nombre del histórico Cuarteto donde Hindemith fue violista entre 1919-24, cedido por el Instituto Hindemith de Frankfurt. Con tales avales no es de extrañar que interpretativamente ofrezcan unas versiones redondas, desde las obras que se consideran “menores”, como los Cuartetos ns. 1 y 2 (el Primero es de un posromanticismo muy atractivo, mientras el Segundo emprende su propia “revolución”), a las mayores, como son los sensacionales Cuartetos ns. 3 (de 1921, quizá el más tocado de los 7) y 5, ya escrito en Estados Unidos, inmerso en una profunda melancolía centroeuropea. Conviene detenerse en esta grabación. 

Gonzalo Pérez Chamorro