El título de este disco, Orchestrations, no hace entera justicia a las obras en él contenidas. Y el mismo Cristóbal Halffter, tras el ditirámbico texto de presentación firmado por el crítico musical Juan Ángel Vela del Campo, viene a reconocerlo cuando afirma que lo que hace “es algo más que trasladar músicas ajenas del conjunto instrumental a otro diferente”, para añadir que su labor consiste en “extraer la esencia de algunas obras que pertenecen a mi historia, a mi tradición, para, haciéndolas mías y apropiándomelas, intentar desarrollarlas formal y tímbricamente”. De hecho, solo Eritaña, de la Suite Iberia de Albéniz, entraría dentro de la categoría tradicional de orquestación, pues tanto Tiento del primer tono y batalla imperial (1986), sobre piezas de Antonio de Cabezón y Joan Cabanilles, como Preludio para Madrid 2002 (1991-2002), sobre el fandango de Antonio Soler, confirman lo expresado por Halffter, y no hablemos ya de la Paráfrasis sobre Fantasie über einen Klang von G.F. Händel (1984), la partitura más grave del registro, y Halfbéniz (2000), todo un homenaje a Albéniz. Por la calidad de la música y la espléndida versión de Pedro Halffter con la Filarmónica de Gran Canaria, un disco que se escucha y se reescucha con auténtico placer.

Juan Carlos Moreno