Al Ayre Español / Eduardo López Banzo.
Challenge Records CC72797 (CD)
Pletórico Haendel de cámara
Extraordinario registro discográfico de las Sonatas Op. 2 de Haendel por parte de Al Ayre Español y Eduardo López Banzo, que completa, tras el disco de 2015 de la Op. 5, la visión del director zaragozano de la integral de las Sonatas haendelianas publicadas en Londres. López Banzo presenta estas Sonatas bajo el título de I vanni oculti, fragmento de una de las arias que inspiran uno de los movimientos, toda una declaración de intenciones. Como es bien sabido, Haendel reutilizaba sus propias composiciones, algo muy presente en estas Sonatas, plagadas de constantes citas a su música teatral, bien sean arias, fragmentos instrumentales o recitativos, de obras tan dispares como Agrippina, Esther, Anthems para el Duque de Chandos, Athalia o Rinaldo. Al Ayre Español realiza una extraordinaria labor expresiva, buscándola en cada tema, en cada motivo, sin que esto vaya en detrimento alguno de la excelencia técnica.
López Banzo ha sabido rodearse de un equipo 100% español con el que se encuentra muy cómodo, el cual comparte su visión afectiva de la música con un altísimo nivel técnico. Así, Alexis Aguado y Kepa Artetxe conforman uno de los tándems violinísticos más espléndidos de la actualidad. Sus deliciosas melodías en los movimientos más líricos son de tal belleza y dulzura que es como si realmente cantaran una bellísima aria, algo que queda en el olvido cuando interpretan los movimientos más ágiles o tumultuosos, en donde su virtuosismo técnico permite expresar afectos opuestos.
El bajo continuo, en perfecta sincronía, está comandado por un López Banzo en estado de gracia y en magnífica forma. Su construcción del continuo está estrechamente vinculada con los diversos caracteres de cada movimiento, desarrollando, según la ocasión, gráciles arpegios, expansivas realizaciones o incisivos y secos acordes. El violonchelista Guillermo Turina, convertido en un imprescindible del panorama historicista de muestro país, nos muestra su bello sonido y facilidad técnica, regalándonos perlas como los arpegios descendentes del Largo de la Sonata n. 2. Uno de los componentes que más color aporta a cada cambio de afecto es el contrabajista Xisco Aguiló, con esos pizzicatos que dulcifican aún más los pasajes líricos, o con esa arrebatadora presencia digna de un tutti orquestal en los momentos más tumultuosos, como el Allegro de la Sonata n. 5, que pareciera un aria de bravura de cualquier ópera.
Debemos destacar la formidable toma de sonido realizada por Federico Prieto, quien consigue además un espléndido sonido del clave, muy difícil de obtener, perceptible especialmente en la pequeña pero fabulosa cadencia con que López Banzo nos deleita en el Larghetto de la Sonata n. 3.
Simón Andueza