Riccardo Minasi deslumbró hace unos años con su interpretación de las Sonatas del Rosario de Biber (que luego llevaría al disco con su propio grupo) como integrante de La Risonanza, el conjunto dirigido por Fabio Bonizzoni. Tras recalar como violinista y concertino invitado con varias agrupaciones ahora centra su actividad en Musica Antiqua Roma, un grupo con el que ya ha podido oírsele en nuestro país. A Minasi le sobra talento, aunque es un músico imprevisible que puede ofrecer conciertos de calidad muy dispar, aun tratándose incluso del mismo repertorio. Aquí se adentra en el territorio apenas frecuentado de la música de cámara para violín y continuo de Haendel, tan imbuida de las enseñanzas que adquirió durante sus años italianos. Minasi nos muestra su mejor faceta, con un sonido muy hermoso, una ornamentación generosa (a ratos generosísima) pero siempre en estilo y una elección de tempi razonables. Le acompaña un sólido grupo de continuo, algo oscurecido por una grabación que resalta con mucho al violín. Destacan especialmente una excelente Giulia Nuti al clave y el veterano y eficacísimo Luca Pianca al archilaúd. No hay muchas alternativas para escuchar esta extraordinaria música y Minasi hace todo cuanto está en su mano para no aburrir, aunque sin traspasar ninguna línea roja.