EL RINALDO DE ACCADEMIA BIZANTINA

Espectacular debut discográfico de Accademia Bizantina y Ottavio Dantone en su flamante sello discográfico, HDB Sonus, realizada en directo en Como, en el Teatro Sociale. Y es que Accademia Bizantina, a las órdenes de su vital e inquieto director y clavecinista, Ottavio Dantone, es la estrella absoluta del registro. En la fantástica obra maestra de Georg Friedrich Haendel, compuesta en 1711 con tan solo con 25 años de edad y que se convirtió en su mayor éxito programado en vida, permite al conjunto historicista italiano desplegar todas sus virtudes conjuntas e individuales, ya que las magníficas arias, duettos, piezas instrumentales o recitativos son de tal imaginación y variedad orquestal que nos muestran la extraordinaria calidad musical de Accademia Bizantina.

Así, en cualquier pieza la cuerda destaca por una impecable y homogénea articulación, fraseo y forma de cada motivo, demostrando un gran trabajo previo al actual registro, tal y como puede comprobarse en el aria “Sovra balze scoscesi”, con unos trinos exactos de la sección, o en “Combatti da forte”, demostrando una asombrosa e idéntica articulación.

El ingenioso y poderoso bajo continuo que Ottavio Dantone obtiene con la inclusión en el mismo de dos claves y un archilaúd, queda patente en la Sinfonia del Acto III o en los duetos vocales herederos de sus primitivos Duetti italiani. El propio Dantone luce ejemplarmente su virtuosismo, claridad y precisión en la parte solista, a modo de fastuosa cadencia improvisada de cualquier concierto, de “Vo’ far la guerra”, que cierra el segundo acto.

El viento no se queda atrás, con los oboes siempre implementando su dulce e importante coloreo de los tuttis.  Las trompetas, acompañadas de los timbales casi siempre, dan un empaque espectacular y contundente a todas las secciones bélicas, especialmente en la suntuosa “Or la tromba in suon festante”, en donde los dos trompetistas muestran una pasmosa capacidad de virtuosismo, precisión, afinación y carácter, regalándonos uno de los mejores momentos de toda la grabación.

El concertino, Alessandro Tampieri, sigue recordándonos porqué es uno de los grandes nombres violinísticos del historicismo actual, con su precioso sonido y formidable musicalidad.

El elenco vocal cuenta con grandes intérpretes, como la propia protagonista, Delphine Galou, quien nos deleita con melodías inolvidables, como “Lascia ch’io pianga”, o para mí, el verdadero descubrimiento de la grabación, la fabulosa soprano Anna Maria Sarra, que encarna a una simpar y malvada Armida, dominando cualquier afecto, registro o pasaje de la endiablada y prodigiosa escritura haendeliana de su rol.

Simón Andueza