MESÍAS DIFERENTE EN UNA NAVIDAD INÉDITA

Aunque bien es conocido que Messiah no es una obra concebida por Georg Friedrich Haendel ni por el libretista Charles Jennens para celebrar específicamente la Fiesta de Navidad, lo cierto es que se ha convertido en el oratorio navideño por excelencia, porque celebra la figura de Jesucristo en toda su dimensión. También es cierto que no fue ideado para ser representado como una ópera, que es lo que ocurre en la presente grabación de la Semana Mozart del Festival de Salzburgo de 2020, pero su edición le viene como anillo al dedo a la actual celebración cristiana, tan atípica e inédita.

Y es que la calidad musical y escénica del presente registro es excepcional, liderada en lo sonoro por Mark Minkowski con sus espléndidos Les Musiciens du Louvre y Philharmonia Chor Wien, y en lo teatral por Robert Wilson, quien dota al oratorio de un simbolismo y de una poesía grandilocuentes, con un inteligente empleo del minimalismo y de unas sugerentes proyecciones que evocan lo más profundo del ser humano y su transcendencia, haciendo uso también de una mínima pero efectiva presencia actoral y coreográfica con el magnífico bailarín Alexis Fousekis.

Los solistas vocales son asimismo de un altísimo nivel vocal y actoral. Así, la soprano Elena Tsallagova da muestra de sus formidables cualidades técnicas y expresivas, a la vez que la mezzosoprano Wiebke Lehmuka nos deleita con su precioso timbre y fraseo. Los cantantes masculinos no desmerecen en absoluto de las féminas, ya que contamos con la presencia del tenor Richard Croft, un portento expresivo y musical, y de su colega José Coca Loza, dueño de un precioso, poderoso e infatigable instrumento de barítono-bajo.

Les Musiciens du Louvre mantienen su elevada altitud musical desde los rotundos y absolutamente conjuntados tuttis, como la obertura inicial, hasta los momentos más delicados, como el solo del aria “Sie schallt, die Posaun”, que Mozart encomienda, curiosamente, a la trompa y a la trompeta.

Philarmonia Chor Wien, con tan solo 33 cantantes (¿casualidad numerológica?), realiza una espléndida labor tanto musical como escénica. Mark Minkowski, aunque la realización del vídeo casi no lo muestre en el presente registro, dirige a todos los músicos con su habitual vitalidad, expresividad y pasión, algo absolutamente presente en cada movimiento.

La orquestación añadida por Wolfang Amadeus Mozart en 1789 dota a la partitura de un colorido muy especial, muy del gusto de la Primera Escuela de Viena, con la inclusión de flautas, viento metal y timbales adicionales que sorprenderán gratamente al oyente. Asimismo, la traducción al alemán del libreto de Jennens por parte de Christoph Daniel Ebeling y Fredrich Gottlieb Klopstock, renueva profundamente la prosodia de una pieza que a veces se interpreta en demasía.

No se lo piensen más, y celebren esta Navidad tan distinta con este Mesías tan diferente.

Simón Andueza