Desde su estreno en 1724 Giulio Cesare es una obra predilecta de Haendel, lo cual no debe asombrar dado el altísimo manantial de belleza melódica que surge de esta ópera. Lo que aquí se ofrece no es ningún nuevo título haendeliano sino una selección de todas las arias que canta el personaje de Cleopatra, incluyendo dos arias “Per dar vita” y “Troppo crudeli siete” no habituales por ser arias que descartó Haendel en las primeras representaciones para sustituirlas, sin que nos haya llegado su razón, por “Se pietà di me non senti” y la archifamosa “Piangerò la sorte mia”,  respectivamente. A través de estos números se nos presenta una Cleopatra valiente, experta en las luchas de poder, y en la lucha por el amor de Julio César para destronar a su hermano Tolomeo, y también a una Cleopatra doliente por la pérdida de todo, incluida la de César. Natalie Dessay, que en febrero pasado estaba cantando este papel con este conjunto en el Palais Garnier, tiene la voz idónea para el personaje, por expresividad y dominio técnico. Junto a ella Emmanuelle Haïm y su conjunto barroco prosiguen su imparable marcha hacia el Olimpo con una prestación excelente en empaque y vivacidad, y es que estos grupos barrocos en nada envidian a formaciones de instrumentos modernas. 

JM