AGRIPPINA O DIDONATO

Fabulosa grabación de la ópera Agrippina de Haendel en el sello Erato. Esta comedia satírica, basada en los hechos históricos que llevaron al emperador Nerón al trono del Imperio Romano, se ha convertido en una de las más representadas y grabadas de la actualidad, quizás debido a que muchos la consideran la primera obra maestra del genio de Halle. Fue compuesta en 1709 en Venecia por un Haendel que contaba con tan solo 24 años.

Joyce DiDonato es la protagonista absoluta de esta superproducción discográfica, dando vida a un personaje, Agrippina, que pareciera ideado para su portentosa voz, así como para sus extraordinarias dotes actorales. La mezzo americana lleva ya bastantes años interpretando este rol por los principales teatros y auditorios mundiales, lo que le ha permitido interiorizar cada cambio de afecto, tarea harto complicada de transmitir a un soporte solamente de audio. DiDonato es un prodigio de emociones en cada recitativo, dibujando el afecto preciso, bien sea tierno, engañoso, seductor, furioso, alegre o funesto, de su complicado y manipulador personaje, a la vez que demuestra un desempeño asombroso de la prosodia del texto. Además, cada aria resulta ser un absoluto festival de emociones a flor de piel. “Pensieri, voi mi tormentate” es un derroche técnico y expresivo, con delicadísimas y atormentadas secciones que van alternándose.

Franco Fagioli desempeña el complejísimo papel de Nerone, para soprano castrato, por lo que el rol del contratenor argentino está repleto de arias de imposibles coloraturas y excesos en el registro vocal. Fagioli, poseedor de un potente instrumento, muestra un asombroso dominio sobre esta pirotecnia musical, como en el aria “Come nube che fugge dal vento”, repleta de agilidades espectaculares y de un registro agudísimo, en donde en el da capo el tucumano nos agasaja con un esplendoroso Do de pecho.

La joven soprano francesa Elsa Benoit da vida a Poppea. Soprano ligera de bellísimo timbre, posee una asombrosa madurez expresiva y una depurada técnica que llenan de colores y de belleza a sus intervenciones. Luca Pisaroni encarna a un regio Claudio que da la réplica perfecta a su embaucadora Agrippina, tanto en emoción como en intensidad, mostrando como una voz cálida y natural en su amplísimo registro. Jakub Józef Orliński destaca en las arias delicadas y lamentosas de Ottone con un cálido timbre, aunque desempeña una plana lectura de los apasionados y cambiantes afectos, tan vehementemente remarcados por sus compañeros. El resto del elenco se completa con Carlo Vistoli como un Narciso de natural proyección, con Andrea Mastroni demostrando su profundo timbre de bajo en el rol de Pallante, o con la colaboración de lujo de la mezzo Marie-Nicole Lemieux, siempre formidable.

Il Pomo d’Oro es una de las mejores orquestas historicistas, con un nivel superior de compromiso y perfección musical, a la vez que rebosan energía, musicalidad y expresividad. La impecable sección de violines es absolutamente arrebatadora, con una afinación y empaste difíciles de igualar. Es absolutamente imprescindible destacar la inconmensurable labor del bajo continuo, comandada por el inigualable e imaginativo Emelyanychev al clave y al órgano, destacando la impresionante labor que realizan en cada recitativo, con una desbordante paleta de colores según el afecto de cada frase en el momento exacto, o según de qué personaje se trate. No debemos dejar de mencionar al soberbio tiorbista español Miguel Rincón, coautor en buena medida, junto a Emelyanychev, de esta prodigiosa labor. 

Simón Andueza