L’Apothéose. Laura Quesada, Traverso; Víctor Martínez, violín; Carla Sanfélix, violonchelo; Asís Márquez, clave. Ramiro Morales, archilaúd y guitarra.
IBS Classical IBS162019 (CD)
HAENDEL RESIDENTE
L’Apothéose, grupo de cámara español fundado en 2017, nos presenta su segundo CD dedicado a la música camerística de Georg Friedrich Haendel, quizás el género musical más desconocido del genio de Halle, pero no por ello de menor calidad. Como es bien sabido, Haendel reutiliza sus propias composiciones una y otra vez, con lo que todo buen melómano descubrirá fragmentos de oratorios como Solomon o Esther, de óperas como Agrippina o Rodelinda, de los Chandos Anthems…, reelaborados de tan sabio modo que pierden ni un ápice de su belleza y naturalidad.
L'Apothéose da un golpe de autoridad con este registro, con el que nos muestra por qué es el grupo residente de la actual temporada del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), o por qué reúne tantos premios como concursos a los que se presenta.
El ensemble exhibe su formidable conjunción con un fraseo idéntico y con unas dinámicas absolutamente naturales, frutos del trabajo continuado. No por ello dejan de brillar las excelencias individuales de cada uno de sus miembros. Así, Laura Quesada en el traverso derrocha esa naturalidad que solo poseen los que dominan tanto su instrumento como para que parezca una parte más de su cuerpo; el fraseo, las articulaciones o las frenéticas agilidades parecen con ella simples y lógicas, acompañadas además de un bello y homogéneo sonido. Su compañero Víctor Martínez logra un sonido igualmente uniforme y cálido, sin que apenas se aprecien golpes de arco o sonidos abruptos que enturbien el diálogo entre ambos.
El bajo continuo está perfectamente comandado por Asís Márquez al clave, quien en ningún momento adorna en exceso ni incrementa en demasía la armonía, permitiendo que cada afecto encuentre su momento preciso, bien sea dolce, con ensoñadores arpegios reposados, bien sea más vivo o furioso, con desarrollos velocísimos o con punzantes acordes. Carla Sanfélix ha llegado a tal punto de coordinación con el clavecinista, que muchas veces dudamos si toca o no, debido a la precisión rítmica que alcanza junto a Márquez, así como a su perfecta afinación.
En este disco colabora al archilaúd y a la guitarra Ramiro Morales, lo que acentúa el rico colorido del bajo continuo, permitiendo bellísimos momentos de recogimiento con el archilaúd o vitales danzas con la guitarra.
La anécdota del CD es el empleo de percusión por parte de un intérprete anónimo en dos de las danzas de la Triosonata n. 2 del Op. 5, utilizando crótalos en la imaginativa Musette y pandereta en la Gavotte, regalándonos una festiva y colorista interpretación.
Simón Andueza