Kilanowicz. Dobber. Górecka. C. Radio Polaca. C. Fil. Silesia. Orq. Sinf. Nac. Radio Polaca & Orqu. Fil. Varsovia / Antoni Wit.
Naxos, 8.503268 (3 CDs)
ENTRE POLACOS
La casa Naxos ha reunido, en una caja, tres compactos que abarcan diversas obras del compositor polaco Henryk Górecki (1933-2010) y que tienen como denominador común la dirección de su compatriota Antoni Wit. La primera, que contiene la popularísima Tercera Sinfonía “De las lamentaciones” y las Tres piezas de estilo antiguo, fue grabada en el año 1993 y su recibimiento por parte de la crítica fue muy elogioso. Y es que Antoni Wit ya mostraba por aquel entonces unas maneras muy sólidas a la hora de manejar los hilos de la orquesta y, a la vez, una total sintonía con los autores de su entorno más cercano.
La Segunda sinfonía, que lleva el subtítulo de “Copernicana”, viene acompañada del Beatus Vir Op. 38 y ambas obras completan el segundo compacto. Si la Sinfonía para soprano, barítono, coro mixto y orquesta (encargo de la Fundación Kosciuszko de Nueva York para conmemorar el 500 aniversario del famoso astrónomo polaco) se mueve entre contundentes tutti, que dan paso a momentos de calma y suaves contornos, el Beatus Vir celebra con su potente ostinato el día y el mes en que el cardenal de Cracovia Karol Wojtyla fue elegido Papa con el nombre de Juan Pablo II.
Escuchamos también el redoble de campanas que recuerdan el 900 aniversario del martirio del obispo de Cracovia Stanislaw de Szczepanów En este disco, como en el anterior, interviene la soprano Zofia Kilanowicz, de innegables dotes canoras y con un estilo perfectamente adecuado a la sobriedad de ese canto doloroso y extremadamente emotivo. En ambos registros, la Orquesta de la Radio Polaca hace una exhibición de virtuosismo bien entendido en todas y cada una de sus familias instrumentales. Músicos que sienten y aman lo que tocan y que, al mismo tiempo, se pliegan a las precisas indicaciones del maestro. El resultado no puede ser más brillante y exitoso.
Por lo que respecta al tercer cedé, nos encontramos con una variedad de composiciones suficientemente vistosas e interesantes como para recalar en cada una de ellas y extraer toda su intencionalidad, disfrutando de su impecable factura; a veces un tanto efectista y otras superficial. Eso sí, todas gozan de una hermosa traducción. Aquí con la Orquesta Filarmónica de Varsovia, Wit en el podio con Carol Wincenc como flautista y Anna Górecka, la hija del compositor, al piano. Wincenc hace una demostración de técnica y de sensibilidad en el Concierto-Cantata de 1992 y Górecka exhibe todo su poderío sonoro y su acuciante pulso rítmico en ese frenético y acelerado fluir que impregna todo el Concierto para clave de 1980: en este caso, en su versión para piano.
Pedro Sancho de la Jordana Dezcállar