Philippe Jaroussky, Amanda Forythe, Emöke Baráth. Coro della Radiotelevisione svizzera. I Barocchisti / Diego Fasolis.
Erato 0190295707941 (CD)
LOS PRODIGIOS DE ORFEO
He aquí la primera grabación mundial de la versión estrenada en Nápoles en 1774 de la ópera Orfeo ed Euridice de Christoph Willibald Gluck (1714-1787). Contiene diferencias sustanciales con la versión vienesa de 1762. La versión napolitana adapta el rol de Orfeo a la voz del afamado sopranista Vito Giuseppe Millico “Il Moscovita”, lo que obligó a Gluck a modificar, además de las tonalidades, la línea melódica del protagonista. También se cambian la mayoría de los recitativos y se reduce la instrumentación orquestal. Además, se añaden efectistas matices propios del Sturm und Drang, tan de moda en la década de 1770. Asimismo encontramos algún aria compuesta por otro autor distinto a Gluck, que es, probablemente, el siciliano Diego Naselli.
Pero no solamente por todo esto los melómanos deben conocer el presente registro. Nos encontramos con una soberbia grabación de principio a fin, capitaneada por el siempre enérgico Diego Fasolis, cualidad que le viene como anillo al dedo a estos pasajes y efectos tumultuosos del nuevo estilo musical.
Philippe Jaroussky nos hace olvidar con su formidable técnica cuán agudo es ahora el rol de Orfeo, aportando una desbordante musicalidad y un asombroso poder de transmisión de los distintos afectos (melancolía, desesperación, angustia) que permite al oyente sentirse en medio de la trama teatral. Es muy destacable además su magistral dominio del recitativo, con una dicción exquisita del italiano.
La Euridice de la soprano americana Amanda Forsythe es espléndida. Con un bellísimo timbre y una gran línea de canto, Forsythe hace gala también de unos recitativos ejemplares. En el aria atribuida a Naselli, Tu suspiri, ti confondi, de tesitura extrema, exhibe unos pulcros agudos que no pierden ni belleza ni estilo. Correctos el siempre solvente Coro della Radiotelevisione svizzera y la soprano Emöke Baráth en su breve rol de Amore.
Los otros protagonistas absolutos son I Barocchisti. Se muestran en todo momento como una orquesta de primerísimo orden, ayudados por la brillante toma de sonido realizada por Ulrich Ruscher.
La siempre vitalista dirección de Fasolis realza el poderoso tutti orquestal, con unos compactos violines impecablemente comandados por Fiorenza de Donatis. Los vientos son extraordinarios: los dos oboes muestran una extrema dulzura, al igual que las flautas. En los fagotes se nota la presencia del gran Alberto Grazzi. Mención aparte se merece la arpista Masako Art, que logra crear momentos mágicos en las arias Deh, placatevi con me y Mille pene. El bajo continuo, reminiscencia del agonizante barroco, está tratado de una manera exquisita por los clavecinistas Roberto Loreggian y Andrea Marchiol, con verdaderas delicatessen, como el uso del registro de laúd en los pianissimi de los espléndidos Balli o de la archiconocida Che farò senza Euridice.
Si a todo esto sumamos la preciosa edición de lujo del CD que Erato y Warner Classics nos ha preparado, vaya desde aquí nuestra absoluta recomendación.
Simón Andueza