Dedicado a Camile Saint-Saëns y fechado en 1879, el Quinteto en fa menor de César Franck (1822-1890), del que Charles Tournemire apuntó como rey de los quintetos, se ha consolidado en el repertorio tanto por su bello lirismo y su originalidad estructural alejada de la clásica forma sonata, como por el genial empleo de tonalidades distantes y el convincente desarrollo de expresivos motivos recurrentes originarios de un tema común, preludiando la fértil última década del compositor que alumbrara las Variaciones sinfónicas de 1885 o la Sinfonía en re menor de 1888.

De la juvenil etapa zuriquesa del suizo Frank Martin (1890-1974) es el romántico Quinteto en re menor. Concluido y estrenado en 1919, su riqueza armónica muestra una panoplia de influencias que oscilan entre el contrapunto bachiano, el lirismo brahmsiano y, sobre todos ellos, la figura de Ravel en los movimientos pares.

Estas elegantes y espaciosas interpretaciones del pianista alemán Martin Klett con el Cuarteto Armida para Avi-Music aportan un excelente hito para la obra de Franck,  a caballo entre el acerado registro de Sviatoslav Richter con el Cuarteto Borodin en Melodiya y la distinguida interpretación del Cuarteto Ludwig y Michaël Levinas en Naxos, y actualizan las dos únicas grabaciones del Quinteto de Martin (hoy descatalogadas) realizadas por Hanni Schmid-Wyss y el Grupo de Cámara de Zúrich en Jecklin, o la del Ensemble Britten-Pears para ASV.

Justino Losada